Cuarenta años no es nada

Hoy hace una semana exacta de mi viaje a Carrión de los Condes (Palencia). Allí tuve una de las más gratas experiencias de mi vida: reencontrarme con compañeros de la infancia , del colegio donde cursé mis primeros estudios. Compañeros a los que hacía más de 45 años que no había visto, ni ellos a mí. Curiosamente conforme los iba viendo poco a poco se me iba descorriendo una cortina que me cerraba los ojos, y sus rostros, al principio indiferentes, iban tomando forma y despertaban mi memoria dormida.
Fué un día inenarrable para mí que espero repetir en futuros años.
De todos ellos conservaba alguna foto y ahora las he retocado un poco para plasmar en ella los nuevos rostros que para mí se han transformado de repente, como el mío para ellos, pero que a partir de ahora renuevan mi memoria.
Gracias compañeros por devolverme un trozo de mi vida.
Como mi blog es un espacio sonoro donde siempre ha de haber un poema, qué mejor en este caso que el poema de Jorge Manrique -Coplas a la muerte de su padre, que seguro que fué allí donde lo escuchamos y leímos por primera vez, y cuyo autor nació muy cerca del lugar donde estudiamos: EL MONASTERIO DE SAN ZOILO DE CARRIÓN DE LOS CONDES, concretamente en Paredes de Nava, a unos pocos Kms, en el año 1440.
No, no os asusteis , solamente inserto un fragmento porque el poema entero es muy largo y la gente que me visita se espantaría.
COPLAS A LA MUERTE DE DON RODRIGO MANRIQUE
Chopin

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